Tenia 14 años de edad cuando tuve mi primer contacto con el marketing, para ese entonces laboraba medio tiempo como vendedor de suscripciones para una pagina web que, actualmente es una de las mas importantes en el mercado venezolano. La idea de dos grandes amigos fué simplemente brillante, aunque la situación se tronaba difícil ya que en ese entonces, en Venezuela el Internet era algo desconocido... Sin embargo decidimos "Meterle el pecho" al asunto y salir a vender a las calles, especialmente abarcando la zona del mercado del cementerio, cuya popularidad y afluencia de compradores era, para ese entonces, bastante grande.

La idea era simple: suscribir a los dueños de los locales a la pagina que representaba, para de esta manera promocionar su mercancía a través de la red. En el tiempo que dediqué a ese trabajo, me tropecé con varias historias de comerciantes, una de ellas se ha quedado grabada en mi mente durante todo este tiempo y hoy quiero compartirla con ustedes, los lectores de este sitio.

Le he colocado por nombre "El precio de las ideas" porque es precisamente a eso a lo que hace alusión.

El señor Giovanni, era un duro para los números, en las 4 veces que tuve la oportunidad de hablar con el, antes de cerrar la venta de la suscripción me dio unas valiosas lecciones de calculo de costos, las cuales aun recuerdo, pero, mucho más que su talento para las matemáticas, me sorprendía su filosofía de comerciante, filosofía basada en las matemáticas, su arma principal.

La tercera vez que le visité, le ofrecí una promoción de suscripción gratuita a la web por una semana, tiempo que se estimaba para que el comerciante pudiera ver su anuncio y en consecuencia decidiera suscribirse. En efecto, la estrategia de la muestra gratis es una de las mas eficaces a la hora de vender, en especial si se trata de un producto que se esta introduciendo al mercado.

Recuerdo que en medio de la conversación tomó su lápiz y comenzó a hacer unos garabatos que en principio no detallé claramente, no se hizo esperar mi mirada a su llamado, para mostrarme lo que implicaba diseñar una promoción.

Me dijo entonces: "Hay empresarios inteligentes e idiotas, hay ideas geniales e ideas estúpidas, todas tienen un costo, a veces para el cliente y a veces para el empresario.

Confieso que, en el momento no entendí lo que quiso decirme, sin embargo pude hacerlo segundos después cuando me dijo una frase que, según mi parecer, encierra una gran sabiduría para quien se dedica al mundo de los negocios:

"Las ideas se cobran porque se olvidan".

Con esta frase ahora surge en mí la pregunta:

¿Le estas colocando el precio correcto a tus ideas, o estás perdiendo dinero en ellas?

Si lo que necesitas es una consulta con respecto al costo de tus productos o servicios, estoy para ayudarte, contactame!
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